El hidrógeno es la causa de numerosos defectos y fallos en el acero. Estos defectos están causados por las presiones internas que se desarrollan cuando los átomos de hidrógeno se emparejan para formar la molécula estable de mayor volumen de dihidrógeno (H2). La incidencia aumenta a mayor contenido de hidrógeno y espesor de la chapa.
El sistema de inmersión de lectura directa de hidrógeno (Hydris®) determina el contenido de hidrógeno mediante una medición del equilibrio con la ley de Sievert en un sistema de circulación cerrado.